TRISTEZA         DESÁNIMO     AUTOESTIMA                INFERIORIDAD            CULPA INDECISIÓN   IRRITABILIDAD              PERDIDA DE INTERÉS               FALTA DE MOTIVACIÓN MALA AUTOIMAGEN                     ALTERACIÓN DEL APETITO       ALTERACIÓN DEL SUEÑO    PÉRDIDA DE LA LÍBIDO                            PREOCUPACIÓN EXCESIVA SOBRE LA SALUD                                           PENSAMIENTOS DE AUTOLESIÓN

Estos sentimientos pueden estar relacionados con un trastorno depresivo pero ojo, no de manera aislada, sino interrelacionados y con una duración determinada.

¿Cómo se diagnostica la depresión?

Encontrarse en un momento determinado más triste o con el estado de ánimo más bajo no es suficiente para un diagnóstico de depresión.

Para ello, es preciso que la intensidad de los síntomas, su duración (al menos, 2 semanas) y la incapacidad que generan, sean de una entidad suficiente como para afectar el normal o adecuado funcionamiento de la persona.

En terapia se realizan diferentes procesos para el diagnóstico como:

  • Entrevista diagnóstica.
  • Descarte de enfermedad orgánica mediante: pruebas diagnósticas y valoración por otros especialistas.
  • Pruebas de psicodiagnóstico.

¿Pero cómo me puede ayudar la psicoterapia para gestionar estos sentimientos?

Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta exhausto, inútil, desesperanzado y desamparado.

Estas maneras negativas de pensar y sentirse hacen que las personas quieran darse por vencidas.

Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la depresión. Estas son distorsiones que , por lo general, no se basan en circunstancias reales.

En terapia se aprende a identificar y desaprender estas distorsiones. Un camino hacia este desaprendizaje es ser conscientes de nuestros procesos de pensamiento y así en consecuencia poder cambiarlos.

 Los pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto.